Eh pensado en algunas ocasiones mientras suelo caminar por la calle cerca de mi casa que todo lo que me rodea, las situaciones y las complejidades que observo están ahí porque son ilusiones que uno mismo va recreando por lo que vive, por lo que escucha y por lo que se presenta en las horas que se han andado.
Suelo frecuentar un café local que está a unos cuarenta y nueve pasos de mi entrada, como lo sé, porque los eh contado en silencio mientras llevo mi te chai que me ayuda a relajarme mientras concilio el sueño, justo ayer mientras leía el dialogo subtitulado de una serie decía un personaje que la meditación y la reflexión es para conocerse a uno mismo, saber cuáles son las debilidades del día, y las fortalezas de las horas vividas en ese día.
Días… en los que algo hace que cambie todo lo que ya estaba establecido, palabras que vienen de algunas personas que no esperabas, emociones y acciones que no estaban contempladas, y que hacen que lo echo se transforme, que cambie, que ya no sea, todas esas oportunidades te reformulan y te replantean el anticuado paradigma, te hacen ahuyentar miedos y dan vitaminas al alma.
Todo punto negativo queda pasado.
Gracias Brenda Pineda.
